Por Horacio Fuentes, Secretario Nacional de la Secretaría Nacional de Condiciones de Trabajo, Seguridad, Higiene Industrial y Medio Ambiente. Publicada en Cooperativa.
En la última semana de marzo dos accidentes laborales fatales: uno en Quilpue, al capotar un helicóptero que costó la vida a seis trabajadores y otro en una faena de Codelco en Potrerillos, donde un bus arrolló a un obrero que protestaba por mejoras salariales.
En cinco años han fallecido más de dos mil trabajadores y trabajadoras. 1271 en accidentes mortales de faena y 779 fallecidos en accidentes de trayecto. Solo en el año 2017, los trabajadores fallecidos fueron 347, lo lamentable de estas cifras es que se han ido naturalizando y parece que a nadie le importara mucho esta pandemia.
El viernes 29 de marzo junto con un grupo de dirigentes de la CUT y de la Red Sindical de Seguridad y Salud en el Trabajo presentamos una carta al ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, en que señalábamos nuestra preocupación por la nula preocupación del ministerio, en bajar esta tasa de fatalidades laborales y, en particular, el nulo interés de implementar la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo comprometida después del accidente de la Mina San José y que se venía trabajando desde hace tres años. Hoy duerme bajo llave.
En nuestras actividades sindicales y en los talleres con la Red Sindical de SST nos cuestionábamos cuándo sería el día en que los 7.5 millones de trabajadores y trabajadoras chilenas se sintieran violentados por cada accidente fatal que cobra la vida de un compañero o compañera, que deja huérfanos y viudas, compañeros de trabajo afectados e impactados y, como en el caso de Potrerillos, crímenes sin justicia.
Si a las cifras de accidentes fatales les sumáramos el número de trabajadores muertos sin que sean registrados por las estadísticas oficiales, como es el caso de los trabajadores informales, por cuenta propia o inmigrantes, las cifras serían más elevadas aún, al menos un 20% más cada año, nos dicen desde el ministerio de Salud.
Pero eso no es toda la desgracia, la Organización Internacional del Trabajo OIT, señala que a las cifras de accidentes fatales laborales hay que sumar las muertes por enfermedades profesional o aquellas ligadas directamente al trabajo.
¿Cuántas son esas? No se disponen de cifras oficiales en Chile. Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo causan más de 6.300 muertes cada día en el mundo, es decir, 2.3 millones de víctimas al año. De estas enormes pérdidas, alrededor de 350.000 muertes son causadas por accidentes laborales y cerca de 2 millones por enfermedades relacionadas con el trabajo, es decir la cifra de se incrementa 5,7 veces.
Si las muertes por enfermedades profesionales en Chile fuese solo de un 5%, según la estimación de la OIT, las trabajadores fallecidos alcanzarían la escalofriante cifra de 10 mil trabajadores muertos en los últimos 5 años,¿ es o no es una pandemia?
El próximo 11 de abril la CUT convocó a un paro nacional activo. Consideramos que hay razones suficientes para movilizarnos, 10 mil trabajadores muertos en solo 5 años es una razón poderosa para estar en la calle, en las redes sociales, en las puertas de las fábricas, de faenas y de los servicios públicos.
No queremos ni un trabajador muerto más. Este 11 de abril estaremos movilizados por la vida de los trabajadores y trabajadoras chilenas. Por nuestros compañeros, por nuestros hermanos. Como dicen nuestras compas feministas: ni un trabajador menos.