La abogada laboralista y presidenta de la Asociación Gremial de Abogados Laboralistas de Chile (AGAL) nos habla sobre su labor como organización y el rol que juegan las y los trabajadores en el país para hacer frente ante las reformas y continuas modificaciones del mundo laboral.

Siendo hija de obrero, la post titulada Carmen Espinoza ha sentido un gran compromiso con la clase trabajadora, dedicando su carrera a fortalecer las diversas organizaciones sindicales y sociales del país, con un especial énfasis en aquellos espacios en los que participan mujeres, pues según señala, considera que “la actividad sindical en la mujeres es un desafío doble. Es una tremenda carga en un mundo que es sumamente patriarcal en todas sus relaciones”.

AGAL

La Asociación Gremial de Abogados Laboralistas de Chile es un espacio que surge durante el año 1982 tras la necesidad de contar con un espacio que agrupara a aquellos profesionales que cuentan con el compromiso social y político de proteger los intereses del sector más maltratado del sector laboral, es decir, las y los trabajadores y las organizaciones sindicales.

“Este es un espacio que se creó en plena dictadura militar y sus creadores fueron principalmente abogados especializados en derechos humanos que se dieron cuenta de que uno de los temas más importantes dentro de la sociedad son las relaciones laborales, convirtiéndose en un apoyo para las y los trabajadores”, comenta la abogada.

Destacándose por ser la primera mujer presidenta de la organización, Carmen Espinoza complementa el trabajo del espacio señalando que “nuestra principal misión como AGAL es poder incidir en las autoridades y en el mejoramiento de las legislaciones y procedimientos en el mundo del trabajo. Hoy estamos muy preocupados ya que estamos evidenciando procesos que ya habían ocurrido anteriormente tales como la reforma que planteó los procedimientos laborales hace 10 años, que hoy se encuentra teniendo repercusiones”.

El mundo del trabajo

¿Qué significa hablar de diálogo social en Chile?

Cuando uno habla de diálogo social en Europa, o Canadá, es una cosa muy distinta a lo que se entiende aquí. A veces hay programas financiados por el Estado que en la escritura parece poéticamente interesante, pero que en la práctica se constituyen en trampas para los mismos trabajadores. Pero estamos en un momento muy complejo, ya que en este último tiempo he sentido que hemos retrocedido a casi los principios de los años 80´, con respecto al conocimiento y conciencia de lo que significa trabajar y que lo único que tienen es su trabajo.

¿Cómo les afecta el sistema neoliberal a las y los trabajadores?

Este modelo implica que el trabajador tiene como primer objetivo en la vida el consumir. Todos los demás objetivos están posterior a consumir porque el modelo lo que dice es que tu solo eres importante si puedes obtener lo que el modelo te ofrece, lo que es muy complejo, incluso más que la misma sobrevivencia.

En los 80´en Chile se inició un cambio estructural del modelo en donde llegaron las exportaciones, siendo un gran golpe para los trabajadores porque se quedaron sin trabajo. La historia es cíclica y por más que cambien los años, todo siempre repercute en las y los trabajadores. Hay que entender que el mundo del trabajo se ha visto muy golpeado a lo largo de la historia, y que ese mundo no funciona sin trabajadores.

Las reforma de Piñera

¿Cómo ves la Reforma Laboral propuesta por el Presidente Piñera?

Es muy confusa para las y los trabajadores. Se habla de la posibilidad de que los trabajadores decidan sus horarios, y la verdad es poético y atractivo. De hecho, hay trabajadores a los que les agrada la idea, pero les parece bueno porque entonces va a poder trabajar el fin de semana en otra cosa. Es decir, lo ven como una posibilidad de sobre explotarse y obtener más dinero a costa de su propia vida, sus descansos y la familia.

¿Cómo afecta esto a los trabajadores?

En este proceso se pueden perder muchos derechos que han costado muchísimo de ganar, por ejemplo la semana corrida.

Hoy, los trabajadores están dispuestos a trabajar más horas de lo que deberían con tal de no perder su trabajo, por lo que el tema del horario libre solo es una nueva versión y legal de la explotación laboral, y más aún cuando no se podrán medir ni pagar las horas extras.

¿Cómo afecta esta reforma a la organización sindical?

Como dije antes, el mundo del trabajo, en especial las y los trabajadores, se han visto golpeados muy fuerte a lo largo de la historia y la única forma de confrontarlo es con una organización sindical poderosa, porque hay un sector empresarial contrario a las organizaciones sindicales que los desprestigian, les impiden trabajar, y simplemente los atacan.

A mi juicio el mayor problema que tenemos hoy es que las organizaciones sindicales tienen una fragilidad que los hace poco eficientes, eso no es responsabilidad de los trabajadores, sino que de los empleadores que buscan debilitarnos, tal y como lo hace esta reforma laboral que busca hacer negociaciones uno a uno, dejando de lado todo lo que es la colectividad. La unión hace la fuerza, y a ellos no les conviene una fuerza tan grande y por eso buscan debilitarla detrás de una reforma que suena linda, pero que en la práctica no lo es.

La mujer en el trabajo

¿Por qué te has dedicado a ayudar a las mujeres en el mundo sindical?

Porque por un lado, tienen que luchar contra todo los elementos que tienen en la sociedad tales como el acoso, el maltrato y la estigmatización. Y por otro lado, tienen que luchar con el tiempo, porque bajo los roles que pone la sociedad, deben cumplir muchas más labores.  El atreverse a ser dirigentas sindicales significa que le quita tiempo a ella como persona, a su familia y al descanso porque tiene que hacer varias cosas adicionales.

Por eso, he optado en dedicarme más al apoyo del trabajo de las dirigentas mujeres, no es que no trabaje con hombres, pero considero que es la mujer la que se hace cargo de todo y es la que necesita más apoyo, en validarla en darle herramientas de otro tipo, y no solo legales.  Porque si no, cuando ella se atreva a preguntar, la van a mirar y se van a reír mientras dicen que “la mujeres o entienden de esas cosas”. Hay que apoyarlas y darles las herramientas para conversar y negociar, y todo eso requiere un gran apoyo y fortalecimiento.

¿Es muy difícil ser dirigenta sindical?

La verdad sí, porque tiene que demostrar que por ser dirigenta sindical no es mala trabajadora ni mala madre, además tiene menos herramientas desde el punto de vista tradicional en las relaciones. Las mujeres no tenemos la misma manera de relacionarnos y el mundo sindical estaba, hasta hace muy poco, definido y decidido por los varones. Por lo tanto las reuniones  y capacitaciones son pensadas para hombres,  para los tiempos libres en los que no trabajan, pero las mujeres en los tiempos que no trabajan siguen trabajando realmente porque se tienen que hacer cargo de la familia, de los presupuestos familiares, la organización de la casa, el cuidado de los niños, el cuidado de enfermos o ancianos. Ser dirigenta es una nueva forma de definir la vida para una mujer.

¿La mujer es discriminada al ser dirigenta?

Sí, por lo general se les exige cosas que a los varones no, tales como la puntualidad, el buen ánimo, cumplir con lo prometido y otras cosas que parecen obvias, pero que cuando eres hombre tienes derecho a fallar porque eres dirigente.

Además de la discriminación en los mismos espacios, hay una discriminación en el trabajo porque es más difícil hacerse respetar ante los empresarios si eres mujer. Esto es bien invisible, no es muy evidente y es normal para todos.  Las mujeres tienen ideas raras y si lo dice un hombre es una idea creativa, entonces tienen que enfrentarse a algo muy difícil. Por ejemplo, cuando una mujer  levanta la voz es violenta, cuando una mujer reacciona y se enoja es histérica, en cambio un hombre si hace lo mismo tiene carácter.

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