La Federación de Trabajadoras de Call-Center de Chile (FETRACALL) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acordaron realizar un estudio de la Ley Teletrabajo, y la Percepción de las y los Trabajados sobre su implementación de la Ley 21.220 o Ley de Teletrabajo en Chile. Se acordó realizar un estudio de carácter exploratorio y de metodología cualitativa con la perspectiva practica destinada a que la información generada fuese útil para su aplicación y mejora del funcionamiento del teletrabajo.

En Chile en el 2020, y en el contexto de la pandemia por Coronavirus, se comenzó a instalar la urgencia de la implementación del trabajo a distancia o teletrabajo. El confinamiento de casi 10 millones de personas llevó a que muchas empresas implementen sus tareas y funciones desde sus hogares. El 26 de marzo de 2020, se publicó la ley Nº 21.220, que modificó el Código del Trabajo en materia de teletrabajo, esta ley define estas modalidades como un tipo de trabajo donde la o el trabajador presta sus servicios, total o parcialmente, desde su domicilio u otro lugar o lugares distintos de los establecimientos, instalaciones o faenas de la empresa.

En medio de la crisis por la COVID-19, el teletrabajo vio la luz en circunstancias extraordinarias, toda vez que, de una situación excepcional en la prestación de servicios, se pasó a su implementación masivamente a la par con las restricciones de movimiento en el país. A juicio de algunos actores sindicales, tanto del sector público como privado, el proceso de implementación del teletrabajo fue visto más como una obligación que como un proceso gradual y dialogado. El 3 de julio de 2020, se publicó el reglamento del artículo 152 quáter M, que estableció condiciones específicas de seguridad y salud en teletrabajo ajustado a las normas de la ley nº 16.744.

Desde un punto de vista de género, y dadas las históricas desigualdades hacia las mujeres en la distribución de las labores domésticas y de cuidado de niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad, se anticipaba un deterioro en las condiciones de salud mental de las trabajadoras, sobre todo en consideración al cierre de escuelas, colegios y jardines infantiles. Asimismo, la pandemia y las medidas de confinamiento, han producido una alarmante alza en la violencia doméstica e intrafamiliar.

En Fetracall y CUT consideramos que estudios como este que se presenta contribuyen a un debate serio y aportan información sobre les efectos de esta modalidad de trabajo, de los riesgos de mayor precarización laboral, afectación a la salud laboral y la notoria falta de fiscalización. Esperamos que este trabajo realizado con la participación de muchos y muchas sea un aporte al debate sobre esta modalidad y aporte también a la organización sindical con datos e insumos en información.

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