Para FIEL Chile las propuestas del Presidente Piñera sólo perpetúan las desigualdades sociales. Por ejemplo, el aumento del 20% de la PBS no alcanza a cubrir la línea de pobreza para una persona ($167.000).

Tras 6 días de desatada la movilización social más grande de las últimas décadas, la que ha reunido a millones de personas en diversas ciudades de Chile en torno a demandas por mayores derechos sociales, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, lanzó un paquete de medidas económicas para hacer frente a la crisis. Estas propuestas no resultan suficientes y continúan perpetuando la desigualdad, una de las causas principales que ha desatado las movilizaciones.

En este contexto, la Fundación Estudios Laborales, FIEL, centro de Estudios de la CUT, analizó las principales medidas. Entre las más importantes está el aumento inmediato de 20% de la Pensión Básica Solidaria (PBS), lo que beneficiaría a 590 mil pensionados. Esto llevaría la PBS desde $107.304 a $128.764, muy lejos de la línea de la pobreza para una persona, de $167.000; “algo insuficiente respecto a la gran desigualdad existente en el país”, dijo Fernando Carmona, Coordinador de Políticas Públicas de FIEL.

En cuanto a los impuestos, se anunció un aumento del 40% en el Impuesto Global Complementario, el que elevaría los ingresos del fisco en US$160 millones, “pero no se hace mención sobre la reintegración del sistema tributario entre impuesto del empresario y la empresa, con los que se disminuyen US$833 millones los ingresos del Estado, de los cuales en el debate parlamentario se han recuperado US$450 millones. El saldo final es una recaudación menor a la actual de los cambios propuestos, por lo que es posible decir que estas medidas no contribuyen a disminuir la desigualdad”, indicó.

Esto no es menor, considerando que el Barómetro del Trabajo 2019 de Fiel/Mori arrojó que el 86% de los encuestados aseguran que la distribución de los ingresos en Chile es “injusta” y el 88% cree que en Chile se gobierna para los poderosos.

Respecto a la creación de un Ingreso Mínimo Garantizado de $350 mil, para todos los trabajadores con jornada completa, desde FIEL se cree que es necesario que el salario mínimo debe aumentarse hasta llevarlo por fuera de la línea de la pobreza de una familia de 4 personas ($424.000 líquidos). Pero, además, se considera que esta medida no impacta en la desigualdad, porque sin nuevos impuestos, solo se está redistribuyendo otros gastos sociales. “La importancia del aumento del salario mínimo es que comprime ingresos y además distribuye desde las ganancias del empresario al trabajador; es menor desigualdad a la vena”, sostuvo Carmona.

Respecto a tarifas por concepto de electricidad se propone un mecanismo de estabilización para anular la reciente alza de 9,2%. Las alzas de los servicios básicos, cuestión que ha desatado el inicio de la crisis social demuestra que esta no es la vía para congelar precios, lo que se requiere es estatizar los servicios básicos, para salir de la lógica de mercado y buscar tarifas de bienestar social y no de ganancias privadas.

En cuanto al proyecto que crea el derecho a la Sala Cuna Universal a todos los niños de madres, o padres cuando corresponda, trabajadoras de Chile, si bien, es muy necesaria la creación del proyecto de ley que aumenta la cobertura de jardines infantiles, eso debería ser un proyecto de ley del Ministerio de Educación para la infancia temprana. “Además, la iniciativa genera un nuevo espacio de negocio privado, con la aparición de las AFP de salas cunas, que administrarán la cotización rentando con ellas en el mercado nacional y extranjero; inaceptable”, indicó el Coordinador del Programa Diálogo Social y Tripartismo de FIEL, Pablo Zenteno.

Y agregó “hay un silencio absoluto sobre las reformas que requiere el mundo laboral, el primero es la disminución de la jornada de trabajo, donde sobre el 70% de la ciudadanía está de acuerdo con una disminución de jornada a 40 horas y el gobierno mantiene la intención de una mesa para bajar la jornada, precarizando y flexibilizando al trabajo”.

Desde el punto de vista del gasto social, aseguran los expertos de FIEL, existen varias propuestas, que en general siguen con la mirada de profundizar una agenda neoliberal del gobierno, creando mayores espacios de ganancias para al empresariado, precarizando a los trabajadores y sacrificando el gasto social para crear subsidios a las AFP, Farmacias, Isapres y empresarios en general.

“El gobierno tomó la decisión de subsidiar los espacios de desigualdad, no disminuirlos, por lo que se sigue bajo la premisa de soluciones privadas a problemas públicos”, afirman Zenteno y Carmona.

 

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